Religión

José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles: Los primeros santos venezolanos y su legado de santidad

Venezuela está de fiesta, pues el Papa León XIV ha anunciado la fecha de la canonización de los dos primeros santos venezolanos: un laico y una religiosa, José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles. Ambos son figuras emblemáticas en la historia religiosa del país, cuyas vidas estuvieron marcadas por el amor a Dios, la entrega, el profesionalismo, la devoción, el servicio y la resiliencia. Hoy, ocupan los altares como modelos a seguir; ejemplos de virtud y compromiso que podemos admirar e imitar. Si ellos lograron la santidad, nosotros también podemos alcanzarla.

A lo largo de la historia, los santos han compartido ciertas características comunes que podemos incorporar y practicar en nuestra propia vida. Siete hábitos clave destacan en su camino a la santidad:

  1. Oración y meditación diaria: Aunque cada santo tenía su propia forma de rezar, todos dedicaban tiempo diario a la oración y reflexión espiritual.
  2. Recepción frecuente de los sacramentos: Procuraban participar regularmente en la Eucaristía y acudir al sacramento de la reconciliación, asegurando así estar llenos de la gracia y el amor de Dios.
  3. Propósitos diarios para crecer en virtud: Cada santo se fijaba pequeñas metas, como mostrar alegría con una sonrisa o practicar la paciencia evitando hablar mal de quienes los trataban mal.
  4. Examen de conciencia cada noche: Reflexionaban sobre sus pensamientos, palabras y acciones del día, agradeciendo bendiciones y pidiendo perdón por sus fallas con el propósito de mejorar al día siguiente.
  5. Devoción a la Virgen María: Muchos santos tenían una relación cercana con la Madre de Dios a través de la consagración mariana, el uso del escapulario y el rezo diario del Santo Rosario.
  6. Un plan de vida: Tener prioridades claras y llevar un equilibrio en sus actividades les ayudaba a vivir con sentido y propósito.
  7. Cultivar amistades auténticas: Rodearse de personas con el mismo deseo de alcanzar la santidad los fortalecía en su fe y compromiso espiritual.

El Evangelio nos recuerda que “cuando dos o más se reúnen en el nombre de Jesús para realizar su obra, Él está en medio de ellos.” Muchos santos encontraron apoyo y crecimiento en comunidades de fe.

Tú también puedes ser santo. Las características mencionadas no son imposibles de alcanzar; los santos las vivieron y transformaron su realidad a través de ellas. Elige una de estas prácticas, intégrala en tu vida y verás cómo, poco a poco, tu camino se ilumina y estarás cada vez más cerca de Dios.

Adolfo Gelder

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