Gremio de comerciantes e industriales se conformaron en centros de acopio para auxiliar a hermanos merideños, afectados por las lluvias.
La devastación causada por las fuertes lluvias en el occidente del país disparó las alarmas para que brotara el espíritu caritativo y bondadoso de los tereseños para con el prójimo.
En esta oportunidad fueron los comerciantes e industriales de los municipios Independencia y Paz Castillo, agrupados en la Cámara de Comercio, quienes salieron al frente para auxiliar a los afectados por las lluvias en el estado Mérida.
Así lo informó Celestino De Abreu, Vicepresidente de la Cámara de Comerciantes e Industriales, comisionado por la Junta Directiva para este operativo, desde el Centro de Acopio, que se desarrolló en la sede del gremio, ubicada en la urbanización Las Flores de Santa Teresa del Tuy.
Enlazados con la empresa Empire Keeway CA, ubicada en el complejo industrial Río Tuy del municipio Cristóbal Rojas, dijo De Abreu, apenas fuimos informados sobre la tragedia que estaban viviendo nuestros connacionales merideños, iniciamos una colecta de comida y enseres entre los comerciantes e industriales de Santa Teresa y Santa Lucía, con el propósito de hacerla llegar a los más afectados por las lluvias.
Gracias a Dios, dice el Vicepresidente de la Cámara de Comercio, nuestros afiliados respondieron al llamado, y logramos reunir mil kilos de donativos, que hicimos llegar, con transporte también donado por afiliados, a la ciudad de Mérida. Entre las donaciones contamos con ropa para niños y adultos, enseres, calzados, colchonetas, agua potable, alimentos enlatados, arroz, pasta de trigo, bebidas energéticas, etc.
Una vez más, dice De Abreu, nuestro gremio sale al frente para aportar soluciones, no sólo a nuestros afiliados sino también para la comunidad en general; en este caso, fuera de los predios de nuestra población. Terminó diciendo el informante, mientras veía desde los camiones llenos de caridad hacia la región de los “gochos”, palabra que representa el gentilicio de persona nacida en los andes venezolanos, como los reconoce ahora la Real Academia española de la lengua.
