En el mundo de las misses, la narrativa puede cambiar en cuestión de horas. Mientras un grupo de seguidores se enfrentaba al sol y a la seguridad de Venevisión para exigir la renuncia de Nina Sicilia; la protagonista del escándalo, Stephany Abasali, se convertía en el centro de una nueva polémica. Las imágenes de la reina de belleza disfrutando de los lujos de Dubái han generado un aluvión de críticas, calificando su actitud de “indiferente” ante el sacrificio de sus propios fanáticos.
El contraste que indignó a las redes
La controversia estalló cuando, casi en paralelo a las transmisiones en vivo de la protesta en “La Colina”, Abasali compartió en sus historias de Instagram postales de su estancia en los Emiratos Árabes Unidos. En las fotos se le ve disfrutando de cenas exclusivas y paisajes desérticos, una realidad que contrasta drásticamente con la tensión que se vive en Venezuela por su causa.
- “Ella en Dubái y nosotros aquí”: Muchos internautas expresaron su decepción al sentir que la reina “abandonó la batalla” mediática en el momento más crítico. “Es muy fácil denunciar desde un hotel de 5 estrellas mientras la gente aquí se expone por defenderte”, comentaba un usuario en X (Twitter).
- Falta de respaldo a la protesta: Los críticos señalan que Abasali no ha emitido ningún mensaje directo de apoyo o agradecimiento a quienes asistieron a la sede del canal, lo que ha reforzado la teoría de que la reina podría estar “desconectada” de la realidad de su propia base de fans.
¿Estrategia de alejamiento o simple coincidencia?
Fuentes cercanas a la modelo aseguran que el viaje a Dubái estaba programado con antelación como parte de sus compromisos como Miss Universo Américas y que, tras los meses de estrés vividos en la Quinta Miss Venezuela, la joven necesitaba un respiro lejos del conflicto.
Sin embargo, para los expertos en manejo de crisis, el timing del viaje ha sido un error garrafal de relaciones públicas. “No puedes encender una mecha y luego irte de vacaciones mientras el incendio consume a los demás. La imagen que proyecta es la de una joven de élite que usa a sus fans como peones”, analizan expertos en redes sociales.
¿Da la razón a sus detractores?
Este viaje ha servido de combustible para quienes apoyan a la directiva de Nina Sicilia. En los foros de missología, los detractores de Abasali aseguran que su actitud en Dubái confirma que la reina “siempre ha ido por su cuenta” y que su interés no es el bienestar del certamen, sino su proyección personal y el disfrute de su estatus económico.
A pesar de las críticas, otro sector de su fanaticada la defiende, asegurando que ella ya hizo su parte al hablar y que tiene derecho a continuar con su vida y sus contratos internacionales. Lo cierto es que el viaje a los Emiratos ha enfriado, al menos por ahora, el ímpetu de una protesta que parecía no tener freno.


