La crisis interna del Miss Venezuela ha sumado un testimonio de “peso pesado”. Jacqueline Aguilera, Miss Mundo 1995 y quien fuera Directora de Imagen de la organización hasta su salida en 2023, ha emitido declaraciones que ponen en perspectiva las denuncias de Stephany Abasali y el patrón de descontento que rodea a la gestión de Nina Sicilia.
Aguilera, quien ahora lidera su propia franquicia (Miss Grand Venezuela), no ha dudado en señalar las fallas estructurales que, según su visión, están asfixiando el certamen que alguna vez fue el “orgullo nacional”.
El costo de la belleza: “Esto no era así”
En recientes entrevistas y declaraciones en sus plataformas, Jacqueline ha sido enfática al criticar la actual dependencia económica que se le exige a las candidatas y a los colaboradores. Para Aguilera, el certamen ha perdido su esencia de movilidad social para convertirse en un negocio de exclusividades y cobros excesivos.
- Exigencias económicas: Reveló que hoy día es casi imposible participar sin un músculo financiero detrás: “No solo llegas por ser bella y deseo propio, ahora hay que tener patrocinantes para todo”.
- El cobro a los talentos: Cuestionó duramente que se le empiece a cobrar a los diseñadores y estilistas por el simple hecho de colaborar con el certamen, algo que bajo su gestión y la de Osmel Sousa funcionaba de forma orgánica y gratuita.
Validando el sentimiento de las misses
Aunque de manera diplomática, Aguilera ha dejado entrever que comprende perfectamente el sentimiento de frustración de reinas como Stephany Abasali y Thalía Olvino. Al haber formado parte del comité junto a Nina Sicilia y María Gabriela Isler, Jacqueline conoce los hilos internos de la “Quinta”.
Su salida de la organización en 2023, que en su momento se manejó como una “renuncia por proyectos personales”, ha sido reinterpretada por muchos tras sus recientes críticas. Aguilera ha mencionado que buscaba “más libertades” y que en el Comité Ejecutivo su visión a menudo chocaba con la rigidez administrativa que hoy denuncian las misses.
¿Un respaldo indirecto a la “rebelión”?
Las declaraciones de Jacqueline han sido tomadas por los internautas como una validación de que el ambiente en la Quinta Miss Venezuela es, efectivamente, hostil.
“Cuando veo que el pasado funcionaba y ahora se intenta rescatar algo cobrando por todo, entiendo que el camino se ha desdibujado”, sentenció la empresaria, subrayando que las fallas de contrato y de trato humano han sido una constante que ella misma intentó explicar en su momento.
Con la salida de Jacqueline del comité y su posterior éxito independiente, su voz se convierte en el argumento principal de quienes sostienen que el problema del Miss Venezuela no son sus reinas, sino la gerencia que las lidera.


