El iceberg más grande del mundo se fractura ¨rápidamente¨, así lo advierten científicos. A la par, en el escenario mundial, la tensión diplomática se agudiza. La misma que se ha constituido en un contexto de volatilidad, con serias amenazas de orden nuclear. Es verdaderamente enfermiza y neófita toda esa carrera armamentista, los arsenales nucleares, con los que se arman las naciones, además de inútil. Incluso, recientemente, como parte del conflicto armado disputado entre los ejércitos de Rusia y Ucrania, ha habido ataques directos a instalaciones nucleares, cuyas acciones, pudieran liberar peligroso material radiactivo y contaminar el ambiente, aseveran los expertos en esa materia. Por cierto, las naciones europeas, Reino Unido, Francia y Alemania, han decidido activar el proceso para aplicar severas sanciones a Irán. Con esta iniciativa, intentan presionar a Teherán para que cumpla con los términos del acuerdo nuclear establecidos en 2015.
En el juego de ajedrez geopolítico global, existe la implementación de aranceles que causan abrumadora presión en la inflación planetaria. El cese en cuanto a la vigencia del beneficio migratorio temporal, según estimaciones, para casi 300.000 venezolanos en EE UU. De hecho, resulta desgarrador el testimonio de un infante, que preguntó en Nueva York en el transcurso de esta semana: ¨¿Mamá, y si no vuelves más?¨. Es el dramático caso de una venezolana, la cual teme enviar a su hijo al colegio, luego que su esposo hubiera sido detenido por las autoridades en una redada.
En dicho tablero universal, convergen además, realidades inconcebibles como lo es la hambruna en Gaza, que ha aniquilando a centenares de seres humanos en semanas. Amenazas de invasión y ataques a gran escala, operaciones de tipo naval, sanciones que causan gran impacto económico, acompañadas de presiones internas, e incluso, acciones encubiertas. También, ha sido relevante el hecho que, la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe) convocó a una reunión de urgencia debido al despliegue militar de EE UU en el Caribe. Es un muy controvertido entramado de rivalidades, hostilidad y ansias de poder. Ínfulas bélicas, figúrense que Donald Trump, firmará un decreto para cambiar el nombre del Pentágono, por ¨Departamento de Guerra¨. Mismo personaje que insta a Europa a abstenerse de comprar petróleo proveniente de Rusia y así presionar a China, en un esfuerzo por culminar la guerra en Ucrania.
Un aspecto notable de la compleja naturaleza de la geopolítica en la actualidad, es el hecho que como parte del despliegue de poderosos Estados, para incidir en un mundo cada vez menos unipolar, el gigante asiático, China, presumió en Beijing, de su intimidante arsenal bélico, a propósito del octagésimo aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, en el que contó con la presencia del líder de Korea del Norte, Kim Jong, y de Vladimir Putin, primer mandatario ruso, como una voluntariosa demostración de poder y camaradería con aquellos controvertidos gobernantes. Un episodio muy incómodo para el imperio norteamericano, sin duda.
Como vemos, el devenir de los grandes y trascendentes sucesos que signan las relaciones diplomáticas hoy, tienen al mundo en vilo. Siendo así, es imperativo la promoción de una cultura pacifista, de diálogo y respeto recíproco. La no proliferación de armas nucleares, a fin de evitar catástrofes y aún más atraso y dolor, presentes en un plano global tan politica e ideologicamente dividido, intolerante, de odios y nefastas rivalidades. Protejamos siempre, los derechos de niños, niñas y adolescentes.