Secretos del Hombre Estoico Valles del Tuy

El valor de saltar sin garantías

Salta

Una de las preguntas más frecuentes que recibo de mis lectores es:

“Adolfo, ¿cómo puedo comenzar? ¿Cómo doy ese gran paso que sé que debo dar, pero que por alguna razón no logro porque me paralizo?”

Quizá te identifiques.

Sabes que hay algo que debes hacer.

Un paso que no has dado.

Una acción que llevas postergando.

Una decisión que ronda tu mente desde hace tiempo.

Pero aún no lo haces.

¿Por qué?

Porque involucra miedo.
Incertidumbre.
Nerviosismo.
Vergüenza.
Y sí… también rechazo.

Entonces, ¿cómo lo haces a pesar de todo eso?

Me encantaría tener una respuesta mágica para ti.

Una píldora que te tomes y que, al hacerlo, ¡PUM! sientas valentía y coraje absoluto.

Me encantaría compartirte una fórmula secreta que elimine el miedo, el sudor en las manos, el nudo en la garganta…

Pero no existe.

Lamento decepcionarte.

No hay botón mágico.
No hay hack mental.
No hay ritual perfecto.

SÓLO HAY UN CAMINO: SALTAR.

Agárrate los pantalones… y salta.
Grita si hace falta, pero salta.
Tiembla si es necesario, pero salta.

Esa es la única manera.

Por eso tan pocos lo consiguen.
Por eso tan pocos logran cambiar su vida.
Por eso tan pocos conquistan sus metas.

Porque son pocos los que están dispuestos a lanzarse al vacío sin garantías.

Solo los que tienen el valor de dar el paso mientras sienten miedo pueden luego disfrutar de los frutos del otro lado:

✅ Confianza real
✅ Expansión brutal
✅ Resultados tangibles
✅ Orgullo interno que nadie puede quitarte

Esta es la ley universal del salto:
Solo lo saboreas si lo haces antes de sentirte listo.

Imagínate esto:

Un hombre de pie al borde de una piscina helada.
Te mira con miedo en los ojos y te dice:

“¿Cómo puedo saltar si me dan miedo las alturas… y el agua está fría?”

¿Qué le dirías?

Le dirías exactamente lo que necesitas decirte a ti mismo ahora:

“¡Deja de dudar y salta!
Controla tus nervios y salta.
Agárrate las bolas… y salta.”

No hay otra opción.
No hay otra puerta.
No hay atajo.

¡SALTAAA!

Nadie más puede saltar por ti.
Otros te pueden mostrar cómo saltan.
Puedes verme a mí saltar.
Pero NO LO PODEMOS HACER POR TI.

El salto es tuyo. Tu responsabilidad y de nadie más.

La decisión también lo es.

No importa cuánto aprendas, leas, escuches o veas.

El cambio llegará solo cuando tengas las bolas suficientes para dar un paso hacia adelante.

¿Vas a saltar hoy o seguirás posponiéndolo?

@adogel

Adolfo Gelder

About Author

Auditor de Normas ISO de Seguridad, Consultor Técnico Criminalista, con Maestría en Gerencia de Protección y Seguridad Aplicada, Experto en Ciencias Forenses, Especialista en Ciberseguridad.

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