Cada 19 de octubre, el mundo se tiñe de rosa para recordar que la lucha contra el cáncer de mama no es solo médica, sino profundamente humana. En los Valles del Tuy, esta lucha se vive con esperanza, acción y comunidad.
Desde Charallave hasta Santa Lucía, pasando por Cúa, Yare, Santa Teresa y Ocumare, las parroquias, centros educativos y espacios comunitarios se han sumado a campañas como #UnaManoAlPecho2025, promovida por la Sociedad Anticancerosa de Venezuela. Esta iniciativa ha tocado corazones y conciencias, recordándonos que el autoexamen puede salvar vidas.

En la Universidad Politécnica Territorial de los Valles del Tuy, docentes y estudiantes han organizado charlas con el lema: “Nadie debería enfrentarse al cáncer de mama en solitario”. Porque en esta tierra de fe y constancia, la solidaridad es medicina.
Mujeres valientes han compartido sus historias en plazas, redes y templos. Algunas vencieron la enfermedad, otras siguen batallando con dignidad. Todas nos enseñan que el cáncer de mama no define, pero sí desafía. Y en ese desafío, los Valles del Tuy responden con acción pastoral, acompañamiento familiar y compromiso ciudadano.
No basta con saber: hay que actuar. No basta con sentir: hay que acompañar.

¿Qué podemos hacer desde nuestra región?
- Organizar jornadas rosas con caminatas, charlas y oración.
- Difundir infografías educativas en redes y espacios públicos.
- Integrar mensajes motivacionales en nuestras publicaciones semanales.
- Acompañar a quienes enfrentan esta enfermedad con discreción, respeto y esperanza.
Porque en los Valles del Tuy, la lucha contra el cáncer de mama no es solo una fecha: es una causa que nos une, nos transforma y nos impulsa a ser mejores.